Memorias de un informático que odia su trabajo

jueves, 20 de julio de 2017

Un ratón ergonómico

En parte me sabe mal hacer esta entrada porque una de las personas protagonistas, aún sin conocerla mucho, me cae bien y parece buena gente, pero es que el tema también se las trae. En realidad esta historia se remonta unos años atrás, justo cuando recién empezaba en mi actual puesto de trabajo...


Es bastante típico en estos trabajos cuando empiezas, que tus compañeros y compañeras (supongo que también las habrá... Informáticas digo, aunque cuentan que es una leyenda) te expliquen batallitas como las que cuento en el blog. Batallitas normalmente exageradas, sacadas de contexto o totalmente inventadas (¡Las de mi blog son ciertas!). Pues bueno, eso fue lo que pensé cuando mi compañero me contó que cierta persona de la casa usaba el raton alrevés, es decir... ¿Cómo lo explico...? Así:


Representación gráfica digna del mejor diseñador gráfico

Enseguida pensé; - Este tio es un exagerado, ¿Quien coño cogería el ratón así? -

Realmente, coger el ratón así es el colmo de la incomodidad ( Me pregunto cuantos idiotas amigos lo estaréis provando ahora mismo). Para empezar la dirección del cursor está invertida, el cable molesta, no hay soporte para la palma de la mano y a la mínima se resbala como si de una pastilla de jabón se tratara. 

- Que no -  pensé, - que no puede ser, el tío vería el ratón girado o algo y se montaría su historia...-

Pues bueno, al cabo de unos años, olvidada ya esta historia presuntamente inventada, nos abrieron una incidencia y me tuve que desplazar hasta el ordenador afectado. ¡Cuan grande fue mi sorpresa cuando la persona que estaba sentada en la mesa estaba utilizando el jodido ratón alrevés! 

- ¡Mierda!  ¡No puede ser!  Mi compañero decía la verdad... Tengo que contárselo, ¡Le debo una disculpa! -

Y así fué, cuando arreglé lo que fuera que tubiera que arreglar, una soberana tontería seguramente, me fuí corriendo a nuestro zulo y se lo expliqué todo;

Yo: - ¡Tío! ¡Decías la verdad! ¡Esa tía coge el ratón alrevés! ¡Cuando me lo contaste pensé que me estabas vacilando!

Compañero: - ¡Ah si! Esa es otra... -

Yo: - ¿Cómo otra? -

Compañero: - Sí, esa es otra tía que también lo coge así... - 

Yo: - ¡¿¡¿Cómo que también así?!?!

Compañero: - Pues eso, que hay dos tías en la casa que cogen el ratón alrevés.

Esta vez sabía que no estaba mientiendo, nunca más volví a desconfiar de él. Por otro lado, sigo en la búsqueda de la otra persona que usa el ratón de esa forma tan peculiar y cuando la vea gritaré; - ¡Por fin te encontré! - Y lloraré.



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