¡No lo se!

La historia, que ocupa esta nueva entrada la he recordado, desgraciadamente, porque la persona que la protagonizó apareció de repente y sin previo aviso el otro dia en la oficina. Y digo desgraciadamente, porque al parecer mi mente había sido capaz de olvidar esa experiencia (supongo que debe ser algun instinto de supervivéncia psicológico o algo, ya sea para mi propia persona o la de los demás).

Estaba yo ensimismado en mis cosas que nada tienen que ver con el "trabajo" que supuestamente debo de realizar tratando de ser lo más productivo posible ayudando a mis querid@s usuari@s en otro aburrido día repleto de retos mentales a la altura de los cuadernos de colorear de una clase de p4 maravilloso día de trabajo duro y reconfortante, cuando de repente apareció de la nada y de forma sigilosa, como una figura oscura justo detrás de mi compañero al tiempo que pronunciaba las típicas palabras... "No puedo trabajar y no me cogeis el teléfono".

Cuando alguien se presenta en el zulo de informática tenemos esta visión

A mis compañeros automáticamente se les puso la cara de perro típica de cuando se presenta algun/a capullo/a, pero algo hubo en ese tono de voz como acobardado a la vez que indignado que me heló la sangre. No sabía el por qué de mi reacción cuando yo, precisamente, soy el primero en cagarme en su maldita madre sin ni siquiera mirar de quien se trata. Así que paré atención al diálogo de besugos  a la conversación que estaba teniendo ese intruso con mi desgraciado colega...

Fué entonces cuando, a una pregunta de carácter extremadamente técnica que le realizó el compañero (creo recordar que fué algo así como "que número de ordenador usas" o "dónde estás ubicado físicamente") el maldito diablo ese contesto; "no lo se"... "NO lo se...". Entonces recordé la experiéncia que tube en el pasado con este/a personaje...

Era una época feliz, tenía que ir de un sitio a otro con la fragoneta sin que nadie me tocara los cojones necesitara de mis servicios. Iba acompañado de un becario y el trabajo que teníamos que hacer no era ningún reto mental, pero almenos era entretenido. Simplemente se trataba de cambiar unas conexiones por otras y cambiar una configuración muy básica de windows. Cosas informáticas de esas que no quiero entrar a detallar. El caso es que no era nada que afectara a nadie, los usuarios ni se enteraban, no había errores ni configuraciones especiales que realizar ni nada. Todo se hacía en un pim pam, cosa que nos permitía ir al bar y tomar-nos unos descansos de hora y media avanzar faena atrasada. 

 

¡Incluso la fragoneta era feliz! 

Solo nos faltaba un equipo por configurar, así que me acerqué al usuari@ y le comenté amablemente (de verdad que fuí amable) que me dejara un momento su ordenador, que no tardaría. Expongo el diálogo a continuación:


Yo:  - Hola, buenos días ¿Me presta un momento su ordenador? Es para hacer un cambio rápido. 

Usuari@: - (Con cara de perro) ¡¿Que me vas a hacer ya?! Los de informática cuando tocais algo deja de funcionar! 

Yo: - (Aún de buen rollo) ¡Ah no! Tranqui que es una tontería que no te afecta para nada, ni te vas a enterar. 

Usuari@: - Ya, eso decís siempre... ¡No me toques nada eh! Que tengo información muy importante. 

Yo:  - Nada, ya verás como no se te perderá nada. 

En este punto me planteé ser un buen informático e indicarle dónde podía guardar su información de forma segura para que nunca se le perdiera, pero viéndole la cara y su manera de hablarme pensé que sería mejor que se la metiera por el culo. 

No sé si tú, querid@ lector/a, estás avezad@ en esto de usar ordenadores en una red corporativa y pim pam. Si no lo estás, te lo explico rápidamente: Hay algo básico que hasta un chimpancé con el cerebro de una rata muerta comprende el primer día que le ponen un ordenador en el trabajo y es el simple hecho de que para usarlo necesitas de un usuario personal e intransferible (en teoría) con una contraseña. Entonces cuando enciendes el aparato, te sale un recuadro donde debes poner tu nombre de usuario y una casilla donde poner la contraseña. ¿Fácil verdad? Pues para este/a ingenier@ (sí, se supone que es ingenier@) eso era un reto impresionante. 

 

Ejemplo de la dificultad extrema para entrar en un ordenador 

El caso es que para realizar el cambio de configuración tuve que usar mi usuario y contraseña. Una vez realizado el trabajo, "cierro" por decirlo de alguna forma mi usuario (cerrar sesión que le llaman) para que la otra persona que venga detrás pueda introducir sus credenciales.  

Por desgracia del/a ingenier@ este/a, cuando cierras el usuario, se queda el nombre por defecto guardado en la casilla, lo cual implica que debes cambiarlo por el tuyo... Esto es un reto a nivel informático que sólo unos pocos conocen, seguramente los informáticos de la nasa o el propio Bill Gates... (¡Cambiar el nombre de una casilla! ¡Esto son palabras mayores!) Y claro, olvidé decirle al/a ingenier@ que antes de volver a entrar al ordenador debía escribir SU nombre, craso error... 

Me disponía a salir por la puerta, contento y feliz de haber acabado mis tareas y poder irme al bar volver a la oficina cuando de repente..

Usuari@: - (Con una mala hostia del copón) ¡Ya estamos joder! ¡¿Que coño has tocado?! ¡Ya no me funciona! 

Yo: - (pienso con terror; "no puede ser, que coño puede haber fallado") ¿Que ocurre? 

Usuari@: - ¡Que no funciona! ¡No se que mierdas me dice el trasto este! 

Yo: - (flipando) ¿Me lo puedes leer? 

Usuari@: - ¡Me dice que usuario o contraseña incorrecto! 

Yo: - (suspiro aliviado) Ah no, tranquil@, seguramente estás intentando entrar con mi usuario. Fíjate bien, debes poner el tuyo. 

Usuari@: - (Cara desencajada) ¡Eso no lo he tenido que escribir nunca! 

Yo: - (con una especie de temblor raro en la ceja) ¿Cómo que nun...? Pe... Pero... (decido acercarme a ver que carajo le pasa y efectivamente veo que no ha puesto su usuario) - Vale, debes poner tu usuario en el recuadro de arriba 

Usuari@: - ¡Que yo nunca he puesto nada ahí! 

Yo: - Esto... (decido que le escribiré yo mismo su puto usuario antes de que me de un infarto) - De acuerdo, ¿Que usuario tienes? 

Usuari@: - ¡No lo se! 

Yo: - (Pensando que me toma el pelo) ¿Como? ¿No sabes tu usuario? 

Usuari@: ¡No! ¡No lo se! 

Yo: - (levantando ya el tono de voz) ¡Pero si es la inicial de tu nombre y tu apellido! 

Usuari@: ¡Que no lo se! 

Yo: - (pensando que hay una cámara oculta y levantando aún más el tono de voz) ¡¿No sabes como te llamas?! 

Usuari@: ¡No lo se! 

(Os juro que dijo no-lo-se a mi pregunta "¿No sabes como te llamas?". Os lo juro).

En estas que oí unas risas detrás mío. Era su compañero que se estaba descojonando de la situación y amablemente me dijo el nombre y apellido de ese/a desgraciad@ para que así pudiera yo escribírselo en el puto recuadrito (tarea por supuesto, como todas, del informático).

Posible familiar del/a ingenier@

Lo que más me jode es que después de hacerle ver su imbecilidad aún se sentía víctima de una especie de ataque informático y seguía indignad@. Pero lo más alucinante, lo que me ha llevado a plasmarlo en el bloc fué el hecho de que ya me contestaba "no lo se" incluso cuando le preguntaba por su nombre. Imagino que se pensaría que me lo tenía que dar en código binario o algo... 

Ahora esta ameba persona no se que problema tiene, NO LO SE. Pero lo que sí sé es que le van a dar por el culo.

Hasta la próxima, o no, no lo se.