Memorias de un informático que odia su trabajo

domingo, 26 de marzo de 2017

No funciona la impresora

Esto me ocurrió creo que la semana antes de empezar este blog y, aunque no sea de las cosas más raras que me han pasado, seguramente fué un detonante para empezar a escribir todas estas experiencias... 


Antes de entrar en el tipo de gilipollez   incidencia a la que me refiero, voy a plasmar a continuación el típico diálogo recurrente en las llamadas que hacen referencia a problemas con las impresoras (si eres informático seguro que sabes a qué me refiero):
Yo:             - Informática, ¿Dígame? 
Usuari@:  - ¡Sí oye, a ver niño (aunque tengas más de 30 años te siguen llamando así y aún no sé por qué) esto no imprime, a ver si lo arreglas!  
Yo:             - ¿Buenos días, le sale algun tipo de error o indicación en la pantalla de la impresora?  
Usuari@:  - ¿Qué pantalla? ¡Que te digo que no me funciona la impresora! << Estos de informática no se enteran de nada >> - (Comentario al compañero de al lado como si no lo oyeras).
Yo:            - (La vena en la frente empieza a hincharse). Me refiero a la pantallita que tiene la impresora put@ gilipollas, ¿Le sale algún mensaje en esa pantalla? 
Usuari@:  - A ver niño, que yo no soy informátic@ y tengo mucha faena,  ¡Estos informes tendrían que estar ya presentados y no puedo perder más tiempo! ¡¿Puede venir alguien a mirar la maldita impresora?! << Será posible, que dice que arregle yo la impresora el niño este, con la de trabajo que tenemos aquí...>>.
         Compañer@: - (de fondo) Ya ya... Es increíble, ahora me quejaré a su jefe...
Yo:            - (Con taquicardias y ganas de asesinar a alguien). Verá, ya sé que no es informátic@, imagino que su problema es que es analfabet@ y por eso no puede leer la pantalla, sólo necesito que me lea el mensaje que le sale en la puta pantalla que tiene la impresora para tener una orientación sobre su problema y poder arreglarlo más rápidamente, porfavor...

Usuari@:  - << Suspiro >> A ver, aquí dice... "Error, falta papel, cargue bandeja 1". ¿Y esto que coño significa? 
Yo:            - Significa que eres más imbécil de lo que pensaba que se ha agotado el papel, debería poner más hojas en la bandeja 1. 
Usuari@:  - ¿Y que bandeja es esa? 
Yo:             - La que lleva un 1 pintado... 
Usuari@:  - (Indignad@) ¡¿Y esto tengo que hacerlo yo?! ¡¿Esto no tendrías que hacerlo tu?! 
Yo:            - No, si fuera así necesitariamos a 150 tíos solo para esta tontería, mamarrach@ en principio esto se lo hace cada persona. 
Usuari@:  - (Más indignad@) ¡Tse! Vale vale, ahora le digo a mi compañer@ a ver si lo sabe hacer... (con sarcasmo) Gracias por la ayuda... 
Yo:            Vete a tomar por el culo Gracias, adiós. 

Esto que acabo de redactar és muy típico en las llamadas referentes a impresoras. En el caso que he expuesto la persona acaba leyendo la pantalla y cargando las bandejas, pero no es nada raro tener que acabar haciendo un viaje para leerle la pantalla y enseñarle como colocar un bloc de folios en una simple bandeja.

Pero el caso que me ocupa en esta entrada es ligeramente distinto y creo que nunca antes me había pasado, expongo el diálogo a continuación;

Usuari@:  - (Histeric@) ¡Que suba alguien enseguida que a "Menganit@" (un/a super capo que se cree un semi dios) no le funciona la impresora!
Yo:            - ¿Desde otros ordenadores funciona la impresora?
 Usuari@:  - Sí sí, rápido, subid.
           Yo:            - Indícame el nº de su ordenador que seguramente lo puedo arreglar remotamente.

           Usuari@:  - ¡Que te digo que no funciona! ¿Cómo te vas a conectar?

Yo:              - (Empezando a pensar que tengo algún tipo de demencia) Ya... me has dicho que no le funciona la impresora ¿Verdad? Pero que desde otros ordenadores sí que se puede imprimir... 
Usuari@:  - ¡Que sí!

Yo:            - Ergo el problema está en la configuración de la impresora en su ordenador, no en la impresora propiamente. 
Usuari@:  - ¡Pero que te digo que no le funciona el ordenador! 
Yo:            - (No entiendo nada, creo que de trabajar con esta gente he acabado contagiado o algo)... Eh... ¿Entonces es el ordenador o la impresora?  
Usuari@:  - ¡El ordenador! ¡No le funciona el ordenador, por eso no puede imprimir! (Con un tono en la voz como si yo fuera tonto). 
Yo:            - Es que me habías dicho que no funcionaba la impres... Bueno es igual (ya no me atrevo a preguntar por el ordenador porque la respuesta me da auténtico pavor), ahora subímos...

Una vez colgué, le pedí a mi compañero que porfavor subiera él a mirar lo que le ocurría al maldito ordenador y ya de paso a ver que le ocurría al cerebro de esta persona. Se lo pedí más que nada porque tenía miedo de mi reacción y que acabara golpeando la impresora con mi cabeza... Y menos mal que no subí yo... Pues cuando ví la cara de perro de mi compañero en cuanto volvió lo supe... El problema era que no habían encendido el ordenador... Repito, NO HABÍAN ENCENDIDO EL ORDENADOR. Es decir, estaba apagado y no se por que motivo al no verlo encendido dedujeron que no funcionaba sin antes provar de darle al botón de "on/off". 

No... Es que no se... No puedo entender... que co.... (imagíname sentado auto abrazándome y balanceándome).



Pero bueno, que no enciendan el ordenador (o sobretodo la pantalla) y se crean que no funciona ya ha pasado otras veces y estoy acostumbrado. Pero aún no soy capaz de comprender que mecanismo mental, que tipo de razonamiento llevó a esa persona a decir que "no funcionaba la impresora" para indicarme que en realidad "no funcionaba" el ordenador... 

Es que no... Yo... No entiendo como...


Hasta la próxima (Si es que no me he rebentado la cabeza contra una impresora u ordenador)


martes, 7 de marzo de 2017

El mojón surfero

Otra característica que ha caracterizado siempre a los empleos relacionados con la informática son los zulos en los que acostumbramos a realizar nuestro trabajo. Yo siempre había pensado que eso eran mitos, que sólo se veía en la ficción para hacer gracia y pim pam... Pues no, doy fe de que es así, al menos en los cuatro o cinco "despachos" en los que yo he trabajado. Os aseguro que han sido auténticos agujeros bajo tierra, seguramente encontrados por casualidad mientras intentaban averiguar de dónde procedía el olor a cloaca o tratando de acabar con una plaga de cucarachas. El caso es que estos cuchitriles suelen ser sábiamente elegidos para tener a los informáticos ahí haciendo sus cosas informáticas.


He estado en agujeros mucho peores que el de la serie "The It Crowd"

Pero no voy a hablar ahora de nuestras maravillosas oficinas si no del W.C. que tuve el honor de poder disfrutar situado al lado de uno de estos agujeros. Bueno, más que del W.C. en sí voy a hablar de la experiencia de mierda (nunca mejor dicho) que pude vivir entre sus cuatro paredes.

Una vez más, era el nuevo en la oficina el zulo. Esta vez la cosa prometía, me habían asegurado que desempeñaría un trabajo puramente técnico, nada de intentar explicar qué era un ordenador, un botón de encendido o esa cosa que llamamos electricidad. También me aseguraron que no tendría que dar cursos de nivel avanzado sobre nomenclatura informática como por ejemplo a que me refería con el término "escritorio" (véase la anterior entrada, o no, tú sabrás). Como imaginarás mintieron, pero bueno, no es esto de lo que voy a hablar tampoco.

Como iba diciendo, era mi primer día y al cabo de unas horas de rascamiento de pelotas duro trabajo la naturaleza hizo su llamada y tuve la necesidad de ir al W.C. (no entraré en detalles de si era una necesidad de despositar algo más bien sólido o líquido). Así que pregunté donde se encontraba el servicio (llegué a pensar que no habría en esa planta, pues estábamos en un sótano) y con las pertinentes indicaciones lo encontré.
Efectivamente, no se trataba de un lavabo de diseño con grifería de philippe Starck y accesorios de porcelana fina digno de la mejor suite del Ritz. No, de hecho sigo pensando que debía ser un pequeño trastero o cuarto de contadores debidamente aprovechado con un cagadero y un lavadero de esos pequeños que sin querer tocas el fondo o los laterales cuando vas a usarlo (no hay nada que me de más grima). Curiosamente, así como el lavadero era pequeño no podemos decir lo mismo del váter, pues seguramente ese cagadero ganaría el premio guinnes en cuanto a su tamaño refiere.


Mira la señora que bien se lo pasa con la niña dentro del váter...


Tenía una cisterna de dimensiones descomunales y la taza le iba a la par. Por un momento pensé que en realidad se trataba de una bañera, pero enseguida vi algo que me hizo cerciorar de que efectivamente era un cagadero... Sí, lo has adivinado, en la enorme taza, había un pequeño mojón tomándose un baño.  - ¡ Mierda, me cago en la... Hijos de puta ! - Lógicamente lo primero que hice fué tirar de la cadena, la cual se accionaba con una palanca situada en el lateral de la enorme cisterna. Craso error... En cuanto se puso en marcha el mecanismo, un tsunami salió disparado del correspondiente orificio de tal forma que se empezó a formar un remolino brutal, el cual lejos de hacer desaparecer a mi amigo el mojón no hizo más que darle impulso de tal manera que con la inercia del movimiento circulatorio del agua se puso en posición casi vertical y empezó a surfear la ola (de ahí el título de la entrada lógicamente).
Dramatización de los hechos


Presa del pánico di un salto hacia atrás temiendo que el mojón saliera disparado hacia mi persona y entonces fué cuando toda el agua desapareció casi haciendo que el universo se replegara sobre sí mismo en aquel lugar concreto arrastrando a nuestro querido amigo surfero (no te ofendas si practicas este deporte).

Ya más tranquilo pude hacer mis necesidades y aunque comprendí el posible motivo por el cual el hijo de puta compañero que había parido ese mojón no había tirado de la cadena, me armé de valor y de una patada accioné la palanca y salí corriendo antes de ser succionado yo tambien.

Fin.

P.D. Tirad de la cadena porfavor, no seais cabrones

lunes, 6 de marzo de 2017

Realidad virtual

Bueno esta será una entrada corta porque fué cómo un shock para mí del que todavía me estoy recuperando. Antes que nada os aseguro que lo que contaré ES REAL, no se trata de ninguna invención ni tampoco estoy exagerando, así que adéntrate en el misterioso e incomprensible mundo de la mente humana y la informática...




Llevaba yo pocos días en esto de trabajar con ordenadores y estaba nervioso a la vez que impaciente para poner en práctica lo que había aprendido, ya fuera relacionado con temas de programación, redes y sistemas o algo sofisticado. Estaba trabajando cómo técnico en un call center (viene a ser como esos sitios donde te atienden cuando llamas a una compñía telefónica para cagarte en ellos comentarles que no te funciona internet en casa, pero a nivel interno de una empresa en mi caso) cuando atendí una de las primeras llamadas del día... 

(Esta foto es falsa, ningún operador de call center sonrie, NUNCA)

Aún no había hecho cosas muy destacadas puesto que era el nuevo y estaba aprendiendo pero ya me habían dejado suelto, así que presté la máxima atención a la persona que estaba al otro lado del aparato, hasta que la mandé a tomar por el culo pude dar con la solución a su problema. 

Iré al grano, la persona en cuestión me comentó que se le había cerrado el programa de gestión (era una simple página web interna o intranet) y no sabía como abrirlo... Ahí ya flipé bastante, pues simplemente se trata de abrir el puto navegador. Pero como era un capullo ingénuo joven y lleno de ilusión, amablemente le dije - No se preocupe usted, si se fija, debería tener un icono con el logotipo de la empresa en el escritorio - ... Silencio...

(Y ahora viene el motivo por el que he decidido abrir con esta historia mi blog. Anécdota que pocos creeran pero que os aseguro que es verdad)

Empiezo a oir trastos a través del teléfono, objetos que suenan al golpear contra la mesa... Me quedo callado sin entender nada hasta que vuelvo a oir la voz del usuari@ diciéndome textualmente... - Hay, pues no encuentro nada aquí eh, espera a ver si esta debajo del bloc de folios -

¡¡¡¡El/la muy jodid@ se había puesto a buscar el puto acceso al programa en su escritorio real, EN SU MESA!!!!

Me voy a llorar a un rincón, nos vemos en la siguiente entrada, (o no). 



Introducción o... algo

No se ni como llevaré este blog, ni si me cansaré a los dos días o al contrario será mi obsesión. De hecho, ni lo se ni me importa. El caso es que préviamente intenté crear un blog sobre lo que realmente voy aprendiendo en el trabajo y esas cosas, todo así en plan muy serio. Empecé muy motivado y con ilusión pero era más aburrido que el copón y lógicamente a la gente le importaba un carajo lo que yo les pudiera contar sobre informática. Eso por lo que refiere a la gente normal, porque a los informáticos sí que puede que les importe, aunque sólo sea para decirte lo equivocado que estás, insultarte o reir con patéticas bromas informáticas (es una especie de rivalidad ancestral que existe en este gremio).

La finalidad de este blog no es otra que la de plasmar todas las tonterías y auténticas gañanadas que he ido (y voy) viviendo en mi trabajo. A menudo cuento estas cosas a modo de desahogarme y evitar así cometer algún crimen atroz, pero al parecer a la gente le hace gracia o algo y como cierta persona me dijo un dia; - Tienes que escribir unas memorias - , pues mira, me ha dado por hacer este blog.

Si has llegado hasta aquí puede que sea porque te de pena, te haya gustado o simplemente seas un conocido, amigo o familiar que por obligación lo esté leyendo. Me da igual, esto es solo una presentación. Si no te ha gustado puedes cerrar y si te gusta tienes un problema te invito a que leas mi primera entrada. Será muy corta, pero relataré la que probablemente fué la anécdota que marcó un antes y un después en mi carrera profesional dedicada a esto de los ordenadores.