No se ni como llevaré este blog, ni si me cansaré a los dos días o al contrario será mi obsesión. De hecho, ni lo se ni me importa. El caso es que préviamente intenté crear un blog sobre lo que realmente voy aprendiendo en el trabajo y esas cosas, todo así en plan muy serio. Empecé muy motivado y con ilusión pero era más aburrido que el copón y lógicamente a la gente le importaba un carajo lo que yo les pudiera contar sobre informática. Eso por lo que refiere a la gente normal, porque a los informáticos sí que puede que les importe, aunque sólo sea para decirte lo equivocado que estás, insultarte o reir con patéticas bromas informáticas (es una especie de rivalidad ancestral que existe en este gremio).
La finalidad de este blog no es otra que la de plasmar todas las tonterías y auténticas gañanadas que he ido (y voy) viviendo en mi trabajo. A menudo cuento estas cosas a modo de desahogarme y evitar así cometer algún crimen atroz, pero al parecer a la gente le hace gracia o algo y como cierta persona me dijo un dia; - Tienes que escribir unas memorias - , pues mira, me ha dado por hacer este blog.
Si has llegado hasta aquí puede que sea porque te de pena, te haya gustado o simplemente seas un conocido, amigo o familiar que por obligación lo esté leyendo. Me da igual, esto es solo una presentación. Si no te ha gustado puedes cerrar y si te gusta
tienes un problema te invito a que leas mi primera entrada. Será muy corta, pero relataré la que probablemente fué la anécdota que marcó un antes y un después en mi carrera profesional dedicada a esto de los ordenadores.
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