Llevaba yo pocos días en esto de trabajar con ordenadores y estaba nervioso a la vez que impaciente para poner en práctica lo que había aprendido, ya fuera relacionado con temas de programación, redes y sistemas o algo sofisticado. Estaba trabajando cómo técnico en un call center (viene a ser como esos sitios donde te atienden cuando llamas a una compñía telefónica para cagarte en ellos comentarles que no te funciona internet en casa, pero a nivel interno de una empresa en mi caso) cuando atendí una de las primeras llamadas del día...
(Esta foto es falsa, ningún operador de call center sonrie, NUNCA)
Aún no había hecho cosas muy destacadas puesto que era el nuevo y estaba aprendiendo pero ya me habían dejado suelto, así que presté la máxima atención a la persona que estaba al otro lado del aparato, hasta que la mandé a tomar por el culo pude dar con la solución a su problema.
Iré al grano, la persona en cuestión me comentó que se le había cerrado el programa de gestión (era una simple página web interna o intranet) y no sabía como abrirlo... Ahí ya flipé bastante, pues simplemente se trata de abrir el puto navegador. Pero como era un capullo ingénuo joven y lleno de ilusión, amablemente le dije - No se preocupe usted, si se fija, debería tener un icono con el logotipo de la empresa en el escritorio - ... Silencio...
(Y ahora viene el motivo por el que he decidido abrir con esta historia mi blog. Anécdota que pocos creeran pero que os aseguro que es verdad)
Empiezo a oir trastos a través del teléfono, objetos que suenan al golpear contra la mesa... Me quedo callado sin entender nada hasta que vuelvo a oir la voz del usuari@ diciéndome textualmente... - Hay, pues no encuentro nada aquí eh, espera a ver si esta debajo del bloc de folios -
¡¡¡¡El/la muy jodid@ se había puesto a buscar el puto acceso al programa en su escritorio real, EN SU MESA!!!!
Me voy a llorar a un rincón, nos vemos en la siguiente entrada, (o no).
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